La Venezuela de hoy, es muy
triste, por los duros golpes. La seguridad solo aparece en el diccionario, la
inflación vuela sin descanso, la alimentación es un reto, la expresión cada día
habla menos, la educación se estancó en el tiempo y muchos sueños se desvanecen
en el caminar de la dura realidad. La democracia solo aparece en los libros y
las promesas en la televisión. Es compleja pero a la vez extraña la Venezuela
de hoy, donde a menudo la realidad choca con los sueños socialistas de algunos.
¿Dónde está la Venezuela que queremos? Porque cada día salgo en busca de ella y
aun no la encuentro.
La Venezuela la cual he escrito,
representa el fracaso de un modelo que no aguanta más, un modelo que en vez de
abrir caminos, está cerrando algunos.
Esta realidad se contrasta con la deplorable situación de las golpeadas
Universidades, donde la investigación se limitó a un ciber. Las universidades
como centro formador del futuro, hoy se hunden en un mar inmenso de problemas,
donde el deterioro y la frustración de no hacer más, se combinan para formar el
pilar del futuro de este país. ¡Que
esperanza! … Hoy el centro de la
pluralidad y sinónimo de la democracia en cualquier país, pasa desapercibido
por quienes tiene el deber de hacer algo, siendo un lugar donde laten los
sueños de muchos. Pero lamentablemente
esa es la realidad, por más ficción que parezca.
La situación universitaria es
crítica; los sueldos de los docentes son una muestra clara de limosna, las
investigaciones se hacen desde una computadora y las becas estudiantiles ni
aparecen por la inflación. Las manifestaciones y los recientes reclamos son un
espejo de la realidad que hunde al país.
A pesar de la situación de las
Universidades de nuestro país, el gobierno hace caso omiso a todo. ¿Cómo es
posible que no se discuta la actualidad universitaria en la asamblea nacional? ¿Será
que la educación no es un asunto de estado? ¿Será que los viajes de Nicolás al
exterior son más importantes que el derecho a una educación de calidad?
¿Cuánto gana Nicolás? ¿O el ministro pesadilla? Porque a ellos el desabastecimiento, la
inflación y la seguridad no les quita el
sueño. ¿Porque como aumentan a la fuerza armada un 40%, no lo hacen con los
profesores? ¿ Serán que los verdes le aseguran su permanencia en el poder? ¿Porque
no, como devalúan la moneda, no suben el sueldo? ¿Acaso no hay dinero? Pues que
apetito el de ustedes.
Pesadilla habla de dialogo, pero
bajos sus condiciones. Típico autoritarismo, no pareciera que procediera de una
universidad, símbolo de la diversidad de opiniones y pensamientos. Ya veo que
los postgrado del psuv son muy efectivos, que prefirió esa vía. Pesadilla
promete casas, carros y calidad de vida. Pero si todavía no puede pagar un
salario digno. ¿Será que hará milagros? Lo único claro aquí es la imposición de
un sistema, de una forma, de una idea.
La situación penosa de las
universidades son solo una muestra de la Venezuela de hoy, con ellas se mezclan
la inflación, la inseguridad, el pésimo sistema de salud y pare de contar. Yo
creo en universidades dignas y de calidad. Donde el debate y la investigación
se han eco de todos. Donde podamos competir con cualquier país. Siempre he
dicho que nuestro mayor capital no es el petróleo sino nuestra gente, y nuestro
futuro esta juego. En twitter vi una frase que resumen mi sentir; “expropiar y
quebrar empresas en quitarnos nuestro presente pero querer quebrar
universidades es robarnos nuestro futuro.” Es así. Hoy está en juego nuestro
futuro. No seamos apáticos a lo que nos exigen nuestro país y asumamos con
responsabilidad este desafío histórico que tenemos. Un 23 de enero de 1958
logramos lo que nadie creía, hoy también podemos.
Danny Toro.
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Imagen de globovision.com |
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